EL MAL USO DEL PODER.
He escuchado por allí un adagio que dice que el corazón de los hombres se ve cuando están en el poder, y a decir verdad hay muchas, pero muchas personas que tienen un cargo público y desconocen ralamente si tienen un corazón.
Las sociedades han cambiado su estilo de vida acorde a los requerimientos que éstas tengan, pero lo que aun no ha cambiado es la forma cómo es que actúan las personas que tienen el poder o pugnan por tenerlo, sinceramente es lamentable, si no hagamos memoria y echemos un breve vistazo (creo lo más resaltante en este aspecto) con lo que sucedió con el ahora prófugo de la justicia peruana, me refiero a Alberto Fujimori, que estando en el poder, junto con su camarada Montesinos, hizo y deshizo a cuanta gana le dio; toda mi adolescencia y parte de mi juventud se ligan a las acciones funestas y maquiavélicas que los peruanos directa o indirectamente tuvimos que soportar; para beneplácito, este individuo está lejos del Perú (aunque dicen que volverá).
Si tenemos que hablar de los personajes que hicieron o hacen del poder una aberración, la lista sería larga, pero citaremos algunos: Alan García es el primero, al que llamaré el dandy de la retórica, y que a finales de su no tan recordado gobierno nos dejo en una extrema inopia con sus ya acostumbrados paquetazos, fue lamentable esos días de escasez y angustia, una verdadera lastima tener que evocar esos episodios; otro es Fujimori (que es un punto aparte, porque hablar de su gobierno es dedicarle gran espacio ante tantos delitos que cometió) quien con su sonrisa irónica convenció a sus electores para tomar las riendas de este país, sinceramente y con el respeto de Ud. amigo lector pienso que nos vio la cara de cojudos (esto me hace recordar historias no necesariamente de orden político), y nos dejó en una ruina moral, donde todo se compraba y se vendía.
Pasada la Marcha de los Cuatro Suyos (del cual estuve parcialmente de acuerdo) y el período de transición de Valentín Paniagua, llegó a tomar la Primera Magistratura del Perú el entonces prometedor de puestos de trabajo para todos (apoteósico lema que utilizó), me refiero a Alejandro Toledo, que a lo largo de sus casi más de dos años de gestión presidencial ha tenido mas yerros que aciertos, a los que él suele llamar deslices. A título personal fue mas voluntad y entusiasmo que un plan de gobierno definido que llevó a este personaje a la palestra política, y lo nefasto es que los de su entorno político manejan esa ideología negligente; allí tienen a Fernandito Olivera (antes simpatizaba con su ideología política, pero ante su subida al carro presidencial ya nos es santo de mi devoción) a Doris Sánchez (recuerdan lo del Promudeh ....) a Fernando Rospigliosi, a Gonzáles Arica, a Génaro Matute, a su sobrinísimo Koki, y allí paro de contar.
Pero lo que está removiendo el ambiente político en los últimos días son los amoríos del aún Primer Vicepresidente y ex Ministro de Comercio Exterior y Turismo Raúl Diez Canseco Terry con su amada Luciana, que antes era negada como partícipe de una relación sentimental; algunas tomas fotográficas lo desnudaron y le quitaron la careta a este político que con algunas de sus actitudes no hacen sino dar una mala imagen de nuestro país al exterior (no me refiero al que amar a alguien sea malo, mas bien mi breve comentario aristarco se direcciona a que le mintió en reiteradas ocasiones a sus correligionarios y al país en general). El otro caso, y más reciente, es la preferencia de la Premier Beatriz Merino Lucero hacia algunas de sus amistades en proporcionar cargos de confianza en entidades públicas (SUNAT), esto ha causado un gran desconcierto político; aunque ella en estos momentos se encuentra en los Estados Unidos, a su regreso tiene que dar una explicación al país; esperemos que por la salud política del país las cosas se arreglen, y desde esta modesta columna hago votos para que nuestras autoridades, aquellas que están en le poder, tomen conciencia y se sensibilicen que el cargo que tienen no es para hacer tantos desatinos, sino la de trabajar por los interese públicos de todos los peruanos, eso pienso que es una decisión pertinente que se ajusta a nuestra realidad.
Las sociedades han cambiado su estilo de vida acorde a los requerimientos que éstas tengan, pero lo que aun no ha cambiado es la forma cómo es que actúan las personas que tienen el poder o pugnan por tenerlo, sinceramente es lamentable, si no hagamos memoria y echemos un breve vistazo (creo lo más resaltante en este aspecto) con lo que sucedió con el ahora prófugo de la justicia peruana, me refiero a Alberto Fujimori, que estando en el poder, junto con su camarada Montesinos, hizo y deshizo a cuanta gana le dio; toda mi adolescencia y parte de mi juventud se ligan a las acciones funestas y maquiavélicas que los peruanos directa o indirectamente tuvimos que soportar; para beneplácito, este individuo está lejos del Perú (aunque dicen que volverá).
Si tenemos que hablar de los personajes que hicieron o hacen del poder una aberración, la lista sería larga, pero citaremos algunos: Alan García es el primero, al que llamaré el dandy de la retórica, y que a finales de su no tan recordado gobierno nos dejo en una extrema inopia con sus ya acostumbrados paquetazos, fue lamentable esos días de escasez y angustia, una verdadera lastima tener que evocar esos episodios; otro es Fujimori (que es un punto aparte, porque hablar de su gobierno es dedicarle gran espacio ante tantos delitos que cometió) quien con su sonrisa irónica convenció a sus electores para tomar las riendas de este país, sinceramente y con el respeto de Ud. amigo lector pienso que nos vio la cara de cojudos (esto me hace recordar historias no necesariamente de orden político), y nos dejó en una ruina moral, donde todo se compraba y se vendía.
Pasada la Marcha de los Cuatro Suyos (del cual estuve parcialmente de acuerdo) y el período de transición de Valentín Paniagua, llegó a tomar la Primera Magistratura del Perú el entonces prometedor de puestos de trabajo para todos (apoteósico lema que utilizó), me refiero a Alejandro Toledo, que a lo largo de sus casi más de dos años de gestión presidencial ha tenido mas yerros que aciertos, a los que él suele llamar deslices. A título personal fue mas voluntad y entusiasmo que un plan de gobierno definido que llevó a este personaje a la palestra política, y lo nefasto es que los de su entorno político manejan esa ideología negligente; allí tienen a Fernandito Olivera (antes simpatizaba con su ideología política, pero ante su subida al carro presidencial ya nos es santo de mi devoción) a Doris Sánchez (recuerdan lo del Promudeh ....) a Fernando Rospigliosi, a Gonzáles Arica, a Génaro Matute, a su sobrinísimo Koki, y allí paro de contar.
Pero lo que está removiendo el ambiente político en los últimos días son los amoríos del aún Primer Vicepresidente y ex Ministro de Comercio Exterior y Turismo Raúl Diez Canseco Terry con su amada Luciana, que antes era negada como partícipe de una relación sentimental; algunas tomas fotográficas lo desnudaron y le quitaron la careta a este político que con algunas de sus actitudes no hacen sino dar una mala imagen de nuestro país al exterior (no me refiero al que amar a alguien sea malo, mas bien mi breve comentario aristarco se direcciona a que le mintió en reiteradas ocasiones a sus correligionarios y al país en general). El otro caso, y más reciente, es la preferencia de la Premier Beatriz Merino Lucero hacia algunas de sus amistades en proporcionar cargos de confianza en entidades públicas (SUNAT), esto ha causado un gran desconcierto político; aunque ella en estos momentos se encuentra en los Estados Unidos, a su regreso tiene que dar una explicación al país; esperemos que por la salud política del país las cosas se arreglen, y desde esta modesta columna hago votos para que nuestras autoridades, aquellas que están en le poder, tomen conciencia y se sensibilicen que el cargo que tienen no es para hacer tantos desatinos, sino la de trabajar por los interese públicos de todos los peruanos, eso pienso que es una decisión pertinente que se ajusta a nuestra realidad.
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